domingo, 26 de junio de 2011

OTRA VEZ EN EL FERRY


Llegó el temido momento de volver a embarcar, en esta ocasión los asientos son aún más incómodos y nos hemos hecho un lío tremendo para sentarnos. A la ida cada uno se sentó donde le parecía, pero en esta ocasión una delegación decidió sentar a sus miembros en los asientos que les correspondían (son billetes nominales, como en los aviones); Se ha creado un efecto dominó que ha afectado a casi todas las delegaciones que hemos tenido que ir levantándonos de los lugares que ocupábamos para buscar el nuestro y levantar a los que allí se encontraban.
Después de que los organizadores de Special España estuviesen casi dos horas de peregrinación por el barco, que si para aquí, que si para allí, que si para arriba, que si para abajo, por fin pudimos localizar nuestros asientos e irnos a cenar tranquilos. La cara de los organizadores en la cena era de puro agotamiento.
Al acabar de cenar decidimos que antes de acostarse valdría la pena dar un paseo por el barco y salir a cubierta, así hicimos y el aire fresco nos relajó hasta tal punto que el paseo se acabó antes de lo previsto y nos fuimos a dormir.

Esa noche, al igual que la anterior en el ferry fue complicada y casi no pudimos dormir, además el barco atracó a las 5:30 y no pudimos salir hasta las 7:30. Lo cierto es que fue todo muy caótico y el cansancio no ayudaba a llevarlo con buen humor.

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